Desde los primeros bocetos hasta la ovación final, el proceso de crear un proyecto arquitectónico es un emocionante viaje lleno de desafíos. Como arquitecta, emprendedora, esposa y madre de una hija, cada etapa de este viaje se entrelaza con mis diversas facetas y responsabilidades.

Todo comienza con una chispa de inspiración mientras tomo mi lápiz y un papel en blanco. A veces, esa inspiración llega en el momento más inesperado, incluso mientras resuelvo acertijos matemáticos con mi hija. Es un comienzo emocionante, donde mi creatividad se une con mis habilidades técnicas.

A medida que los bocetos iniciales toman forma, siento el poder de dar vida a mi visión arquitectónica. Pero incluso en este proceso creativo, tengo que encontrar el equilibrio, similar a cómo encuentro espacio para todo en mi hogar mientras atiendo a mi familia.

Una vez que los planos más detallados toman forma, los contratistas entran en escena para dar vida al diseño. A veces, sus interpretaciones únicas de los planos agregan giros interesantes, y como madre que está acostumbrada a manejar lo inesperado, me adapto y colaboro.

En la etapa de construcción, mi papel cambia a ser una supervisora diligente. Al igual que cuido de mi hija, ahora tengo que cuidar cada detalle en el sitio de construcción, asegurándome de que todo siga según lo planeado.

El día del gran debut de la casa es un momento de orgullo y satisfacción. Al igual que en las presentaciones escolares de mi hija, siento ese mismo nerviosismo y emoción mientras observo cómo la visión se materializa ante mis ojos.

Cuando veo la obra lista para la entrega, reconozco que este es el resultado del trabajo arduo y la dedicación. Es un recordatorio de cómo, como madre, esposa y profesional, puedo lograr equilibrio y éxito en todas las áreas de mi vida.

En resumen, el proceso de crear un proyecto arquitectónico es un viaje de transformación y logros. Cada etapa refleja mis habilidades, pasiones y responsabilidades múltiples. Desde los bocetos hasta la construcción y el estreno, cada paso es una parte esencial de mi viaje como arquitecta, madre y emprendedora.