Como diseñadora mi más grande reto es crear la relación Perfecta entre el Espacio y El Cliente, con el paso del tiempo he creado una pequeña pero significativa habilidad para leer a mi cliente y lograr interpretar todos sus deseos en su espacio soñado, todos estos deseos por lo general se expresan en las primeras reuniones, es como armar un rompecabezas mental para que todo lo que deseen quede plasmado en un espacio coherente, funcional, armonioso y que represente la personalidad y el gusto del cliente.

En las primeras reuniones me cuentan como quieren sus espacios, como los necesitan (esta es una parte importante) buscan en sus teléfonos millones de fotos que tienen guardadas todo esto para que yo pueda entender lo que ellos se están imaginando, es un proceso muy lindo donde nos permitimos conocernos y soñar juntos, mientras esto pasa yo por mi lado estoy analizando cómo hablan, cómo se maquillan (si son mujeres) como se visten, ya que tu forma de vestir habla mucho de ti y de esta manera lograr comprender cómo debería ser ese espacio soñado, que texturas, que materiales, que colores.

Todo esto para llegar a este punto que quiero tocar hoy, a lo largo de mi carrera como interiorista independiente he sobrellevado muchos estereotipos acerca de mi estilo personal, porque digo sobrellevar, porque mi estilo personal es muy fuerte amo los contrastes y el color soy muy atrevida en el diseño, todo lo contrario a la mayoría de mis clientes, en algunas ocasiones llegan con temor a mi taller porque piensan que yo voy a imponer mi estilo y les voy a llenar de color sus espacios, usan mucho la expresión: no me gusta el colorinche, también dicen mucho: quiero que sea elegante, esta ultima palabra me causa mucha curiosidad ya que para mi elegante puede ser muchas cosas, no necesariamente un espacio monocromático con detalles dorados es la definición de elegancia. Este tipo de experiencias con clientes con gustos tan diferentes a los míos, me han sacado de mi zona de confort y me han llevado a crear espacios con estas características pero con estilo y personalidad, saliéndome de las líneas un poco, usando unas estrategias de diseño que hacen únicos los espacios.

Diseñar espacios para los demás es un desafío enorme, tienes todas las bases académicas para hacerlo, cuentas con la tecnología para representar todas esas ideas y todo esto nunca es suficiente, ya que debes crear un equilibrio entre toda la teoría y aplicarlo a la personalidad, todo esto para que cuando tus clientes vean el resultado de tu trabajo, y reciban sus renders y mas aun cuando el espacio sea un producto terminado digan: ME ENCANTA, ME LEISTE COMPLETAMENTE, ESTE ESPACIO SOY YO.